De sofá y almohadones...
El sofá es la pieza protagonista en un salón.
No sería lo mismo si no colocáramos almohadones; y no es que no se pueda usar sin ellos, pero lo cierto es que estos elementos hacen muchísimo por el conjunto, creando un espacio mucho más agradable y confortable.
Parece un detalle sin importancia, pero no te equivoques...
Ver tu sofá decorado con almohadones que nada tienen que ver entre sí estresa.
Te lo aseguro.
Veamos algunas consideraciones a la hora de decorar tu sofá, pero ante todo, tené en cuenta que no todos los sofás son iguales y que sus formas son el primer condicinante a hora de decorarlos.
1. Simetría: buscar el equilibrio, no es cuestión de tirar los almohadones como sí. Para ello, comenzemos por los extremos, colocando uno a cada lado, y así hasta juntarlos en el centro.
2. Número Impar: la mejor opción es la de los almohadones impares. Colocar elementos decorativos de tres en tres o de cinco en cinco, por ejemplo, ofrece un aspecto mucho más relajado y natural sin forzar. Esto aplica para todoen decoración; no sólo para los almohadones.
3.Tamaño Medio: optar por tamaños medios y entonces jugar con las formas ya que si optás por los de talla grande, restará visibilidad.
4. Estilo: Observá bien en el ambiente y buscá aquellos que contrasten, pero al mismo tiempo acompañen. Juega con dos o tres tonalidades lisas en una gama cromática que encaje con el color del asiento, añade pinceladas de contraste y… ¿qué tal si jubilas aquellos que no quedan bien? Además, también podemos jugar con las texturas.
A la hora de decorar el sofá con almohadones, los textiles son una de las herramientas con más potencial. Un recurso económico y lleno de color que nos ayudará a crear espacios diferentes y personalizados.
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