Philippe Starck
Genio para algunos, excéntrico para otros lo cierto es que Philippe Starck no deja indiferente a nadie.
El mundo lo conoce por su innovación y su proyecto de decoración
que solo puede definirse como “grandioso”
En 1982
Philippe Starck obtiene su mayor reconocimiento, ese año el Presidente de la
República francesa (François Miterrand) le encarga decorar sus dependencias
privadas del Palacio del Eliseo.
Sin embargo,
fue la cadena de hoteles de Ian Schrager los que le catapultaron al olimpo del
diseño de interiores: el hotel Delano de Miami, el Paramount, Royalton y Hudson
de Nueva York; los hoteles St. Martin´s Lane y Sanderson, de Londres; el hotel
Clift de San Francisco o el hotel Mondrian de Los Ángeles (Hollywood), han sido
durante años su carta de presentación.
Se le reconoce a la perfección por el lujo y la elegancia de sus hoteles.
En 2004
aterriza en Argentina para diseñar el Faena Hotel de Puerto Madero, un lugar
que rompe con todo lo establecido, un espacio único y asombroso.
Sus trabajos no terminan en la decoración, ya hemos dicho que le caracteriza una carrera polifacética, extensa y algo excéntrica.
En los 90′ diseñó los más diversos objetos.
Desde asientos de tres patas, como la silla Costes,
utensilios domésticos como el famoso exprimidor Juicy Salif , la pava Hot
Bertaa, hasta elementos altamente tecnológicos como el novedoso Arch Mouse de
Microsoft y la antorcha olímpica para los juegos de invierno en 1992.
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